Un mensaje de Navidad del embajador Michael Hammer: La libertad religiosa y el pluralismo son valores fundamentales en los EE.UU.

Ambassador with Youth
El embajador Hammer participó junto al alcalde de Coquimbo, Cristián Galleguillos, en la fiesta navideña en el Estadio Sánchez Rumoroso.

A pocos días de que el mundo cristiano celebre la fiesta de la Navidad deseo enviar un sentido saludo a todos los chilenos, tanto a aquellos que profesan esa fe como a quienes tienen otras creencias, ideas o pensamientos. Como señaló el Presidente Obama, en Navidad se celebra no solo el nacimiento de Jesucristo sino que, además, el nacimiento “de un mensaje que ha cambiado al mundo: que llama a ayudar al enfermo, al hambriento, al afligido, y por sobre todo, a amarnos unos a otros como nos amamos a nosotros mismos”. En este período, en mi familia y en la embajada, recordamos que este mensaje constituye el verdadero espíritu navideño, es un concepto transversal a todas las religiones del mundo y nos remite a un valor fundamental sobre el que se fundó nuestra nación, la libertad religiosa.

Este año hemos visto una serie de ataques terroristas que nos han remecido en lo más profundo. Hemos visto atentados cometidos por grupos como ISIS o al Qaeda. En muchas ocasiones escucho comentarios que expresan la preocupación por los derechos de los musulmanes en Estados Unidos. Permítanme ser claro: los actos de discriminación contra los musulmanes son contrarios a los principios de los Estados Unidos y no serán tolerados. Esta es, ha sido y sigue siendo la política del gobierno de mi país y del Presidente Obama.

Un elemento esencial de nuestra libertad religiosa es el derecho de las personas de todos los credos a participar plenamente en la sociedad y a no enfrentar ninguna discriminación a causa de su religión. El pluralismo religioso es un valor y una tradición inherente a los Estados Unidos y no se refiere a solo “tolerar” la diversidad religiosa sino que es adoptada como un valor nacional y como una oportunidad para construir puentes entre todos los credos. Cada día y a lo largo de los EE.UU., y no solamente en este período navideño, grupos diversos de cristianos, judíos, musulmanes, hindúes, budistas, sijs, y otros se congregan para enfrentar la pobreza, combatir la discriminación, y reasentar y ofrecer servicios a los refugiados que escapan de la persecución. El trabajo de todos ellos está representado en nuestro emblema nacional y está consagrado en la frase E Pluribus Unum (De muchos, uno).

Ciertamente, en mi país ocurren actos de intolerancia como en todos los rincones del mundo. Los enfrentamos con la firmeza requerida para defender nuestros valores fundamentales y queda representado de manera elocuente en el caso del niño de siete años que hace pocos días donó todos sus ahorros a una mezquita atacada por vándalos en Texas.  Ese es el espíritu de Navidad que deseo destacar y que refleja con mejor profundidad la esencia del pueblo estadounidense.

Recién participé en una linda fiesta navideña en Coquimbo, en el Estadio Sánchez Rumoroso, y fui testigo de esos valores esenciales que mueven el alma de los estadounidenses y del pueblo chileno, que me ha acogido con tanta calidez.  Envío a todos mi profundo deseo de paz y amistad en estas fiestas, y mis mejores anhelos para el año que está por venir. Merry Christmas and a Happy New Year!