Secretario de Estado, Michael R. Pompeo
4 de junio de 2020Por más de medio siglo, Estados Unidos ha sido el mayor contribuyente a la seguridad sanitaria mundial y la asistencia humanitaria, y esto ha salvado vidas en todo el planeta. Ante la pandemia de COVID-19, verdaderamente nos hemos movilizado como nación para combatir al virus, tanto en el país como en el extranjero, y hemos asignado más de US$ 11.000 millones a la respuesta internacional a COVID-19.
En el día de hoy, Estados Unidos anuncia más de US$ 194 millones en nuevos fondos de asistencia, incluidos casi US$ 180 millones para financiar la compra de respiradores. Asimismo, Estados Unidos está otorgando más de US$ 14 millones en concepto de nueva asistencia humanitaria para ayudar a refugiados, migrantes vulnerables y las comunidades receptoras afectadas por la pandemia de COVID-19.
En consonancia con nuestros valores, el pueblo estadounidense no solo está proveyendo respiradores, sino que además se cerciora de que se brinden capacitación, equipos y medidas de apoyo adecuados para que los países puedan recibir y usar eficazmente los respiradores con el fin de salvar vidas. Nuestro talentosos equipos están trabajando con los Ministerios de Salud y con socios en los países para crear planes de distribución en los establecimientos que tomen en cuenta factores como la disponibilidad de energía eléctrica, y se aseguran así de que estos equipos de última tecnología sean de ayuda a las personas que las necesitan acuciantemente.
Además de los envíos directos, seguimos instando a los países socios a aumentar su producción interna de respiradores, mascarillas protectoras y otros Equipos de Protección Personal. En Israel, un hospital que recibe financiamiento estadounidense se ha asociado con el sector privado para inventar un respirador de alto flujo. Un dato importante es que los diseños de código abierto pueden descargarse de manera gratuita para su producción en cualquier lugar del mundo. En Colombia, una graduada de la Academia de Mujeres Emprendedoras (Academy for Women Entrepreneurs), patrocinada por EE.UU., reconvirtió su empresa para elaborar mascarillas protectoras y otros equipos de protección y ponerlos a disposición de su comunidad. En Egipto, una empresa emergente ha dado un giro en su actividad y ahora produce máscaras de protección facial para trabajadores de la salud locales.
Una vez más, en cada rincón del mundo, la innovación y las empresas privadas estadounidenses están desempeñando un rol de liderazgo.