Esta traducción se proporciona como una cortesía y únicamente debe considerarse fidedigna la fuente original en inglés.
VICEPRESIDENTE: Gobernador Scott, senador Rubio, representante Diaz-Balart, gracias por esas alentadoras palabras. Estos son tres grandes líderes y tres grandes defensores de la libertad. (Aplausos).
Alcalde del condado de Miami-Dade Giménez, alcalde Bermúdez y distinguidos invitados, es para mí un gran honor estar hoy aquí con ustedes en este magnífico lugar de culto, la Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe. Me siento sumamente conmovido de estar en esta iglesia, que es un modelo de ministerio cristiano y de caridad, y un símbolo de esperanza para tantos de nuestros hermanos y hermanas venezolanos.
¿Podrían unirse a mi en agradecimiento al arzobispo Wenski y al padre Mago por su liderazgo de esta comunidad y por ser las manos y los pies de Cristo? (Aplausos).
Y a todos ustedes les digo lo siguiente: les traigo saludos de un defensor de la libertad en el Hemisferio Occidental, en el mundo en general, y para todas las personas nobles de Venezuela, el 45º presidente de los Estados Unidos de América, el presidente Donald Trump. (Aplausos).
El presidente me envió aquí, al igual que me envío a América Latina la semana pasada, con un mensaje muy sencillo para todos ustedes y para el pueblo de Venezuela: estamos con ustedes y los seguiremos acompañando hasta que se restablezca la democracia en Venezuela. (Aplausos).
Ahora bien, la última vez que estuve aquí acompañé al presidente Trump, cuando él tomó otro paso decisivo para mantener su promesa con el pueblo estadounidense y canceló el acuerdo sesgado que entabló con Cuba el gobierno anterior. (Aplausos).
El presidente anunció una nueva política para apoyar las casi seis décadas de lucha del pueblo cubano por la libertad, que garantizará que ya no se destinen dólares estadounidenses a mantener un monopolio militar que explota y somete a abusos a la población.
Durante la presidencia de Donald Trump, el mensaje siempre será “¡Que viva Cuba libre!” (Aplausos).
Y como lo señaló el presidente Trump ese día, durante su gobierno, sabemos que es mejor para Estados Unidos y para nuestro hemisferio que haya libertad para todo nuestro pueblo y un futuro donde todas las personas de este hemisferio, en cada país, puedan hacer realidad sus sueños.
Ese es el espíritu que transmitimos en nuestros lazos de asociación en todo el Hemisferio Occidental.
La semana pasada, el presidente Trump me envió a América Central y del Sur, como el primer miembro de nuestro gobierno en visitar la región, con el fin de llevar un mensaje: durante la presidencia de Donald Trump, Estados Unidos antepondrá siempre la seguridad y la prosperidad de los Estados Unidos. Pero los Estados Unidos primero, no significa solo los Estados Unidos. (Aplausos).
Y como lo ha señalado el Presidente, en sus propias palabras, “Estados Unidos está junto a todas las personas de nuestro extraordinario hemisferio que aspiran a ser libres”, y nuestro gobierno trabaja hombro a hombro con naciones libres de toda América Latina para convertir esta visión en realidad.
Estados Unidos está con nuestros vecinos en el Hemisferio Occidental porque nuestra seguridad y nuestra prosperidad están estrechamente interconectadas. Nuestros intereses están alineados. Nuestros valores son los mismos, y nuestro derecho inalienable a la libertad pertenece a todo nuestro pueblo de este Nuevo Mundo.
Una América Latina próspera significa que Estados Unidos será próspero. Una América Latina segura significa que Estados Unidos será más seguro.
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