Discurso Embajador Daniel Sepúlveda en Seminario ”Desafíos Globales en la Era Digital”

Discurso Embajador Daniel Sepúlveda en Seminario Desafíos Globales en la Era Digital
El embajador Sepúlveda (en el centro) junto al Ministro Andrés Gómez Lobo y el subsecretario de Telecomunicaciones, Rodrigo Ramírez.

Gracias. Estoy encantado de estar aquí con ustedes hoy y tener la oportunidad de conversar sobre los “dilemas institucionales sobre la gobernanza de la internet”. Una de mis funciones principales en mi cargo en el Departamento de Estado de los Estados Unidos es formular y coordinar la política de comunicación e información relativa a organismos multilaterales y es por ello que este tema ha ocupado un papel central durante mi mandato. Aunque es amplio, el término “organismo multilateral” normalmente hace referencia a una organización intergubernamental donde la facultad de tomar decisiones se encuentra exclusivamente en manos de representantes gubernamentales. Los organismos multilaterales posibilitan la colaboración internacional en toda una serie de cuestiones, y los Estados Unidos siguen comprometidos con esta labor.

Si bien las tecnologías de la información y comunicación como las telecomunicaciones por radio y satélite se pueden haber beneficiado del liderazgo de los gobiernos y a menudo estuvieron bien respaldadas por un enfoque descendente, para la internet no ha sido así. En su lugar, la internet ha prosperado gracias a un proceso ascendente y basado en el consenso que acoge el trabajo conjunto del sector privado, la sociedad civil, el mundo académico, ingenieros y gobiernos que participan en su desarrollo y gobernanza. Este enfoque “multipartito” ha demostrado ser eficaz para el desarrollo, crecimiento y difusión de la internet así como los beneficios económicos y sociales que aporta en todo el mundo. Pero junto con los beneficios también se manifestaron una nueva serie de cuestiones y desafíos de política pública que necesitan tratarse. Los Estados Unidos consideran que es necesario valerse de la pericia y la experiencia de quienes poseen los mayores conocimientos y se sienten más afectados por las políticas para poder lograr los mejores resultados. Pero todavía hay algunos países que preferirían dialogar sobre cuestiones de política pública y tomar decisiones sobre las mismas en organismos y marcos donde los gobiernos son la única voz o la voz dominante.

Dentro de este ámbito, me gustaría conversar sobre dos tipos de dilemas en particular: (1) los dilemas que los organismos multilaterales necesitan resolver para formular estrategias exitosas con el fin de tratar la gobernanza de la internet y (2) los dilemas que la gobernanza de la internet tiene que resolver para elaborar estrategias exitosas con el fin de tratar con organismos multilaterales.

Dilemas que los organismos multilaterales necesitan resolver para formular estrategias exitosas con el fin de tratar la gobernanza de la internet:

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Foto cortesía de Subtel.

Durante estos últimos cuatro años he representado a los Estados Unidos en organismos multilaterales que, junto con mis colegas de otras entidades, dialogaban sobre cómo abordar las cuestiones de la internet. Encabecé la delegación de los EE. UU. a la Conferencia de Plenipotenciarios de la Unión Internacional de Telecomunicaciones en 2014, el año pasado lideré el equipo de negociación de los EE. UU. para la evaluación decenal de la Asamblea General de la ONU sobre la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información y este año me desempeñé como vicepresidente de la Reunión Ministerial sobre la Economía Digital de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). También acudí y participé en encuentros de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) como observador de asuntos relacionados con la gobernanza de la internet.

En cada uno de estos encuentros, los Estados Unidos se mantuvieron firmes en la convicción de que cuando la comunidad internacional se reúne para dialogar sobre los varios temas relativos a la gobernanza de la internet, las conversaciones deben abordarse teniendo en cuenta a las varias partes interesadas y facilitar que las aportaciones de las partes no gubernamentales interesadas y las de los gobiernos sean equitativas. También reconocimos el papel único que los organismos multilaterales desempeñan a la hora de facilitar la divulgación de las mejores prácticas y ayudar a los países en desarrollo a abordar inquietudes políticas y técnicas válidas. Es por ello que procuramos formular agendas fructíferas conforme a la pericia de cada organización para así lograr beneficios específicos para los miembros.

Pero no todos comparten nuestro punto de vista. En cada encuentro hay un grupo de gobiernos que sostienen que el sistema multipartito no funciona o que no basta y que debería ser sustituido por un enfoque más centralizado y descendente por el cual los gobiernos tienen más control para expandir el papel y mandato de ciertos organismos. No hay mejor ejemplo que la Unión Internacional de Telecomunicaciones o UIT.

Debido a la influencia histórica de la UIT sobre el sector y la política de las telecomunicaciones en materia de servicios telefónicos y satelitales, a juicio de algunos gobiernos ellos mismos, a través de la UIT, deberían tener la misma autoridad e influencia sobre la internet y su infraestructura básica. Pero los Estados Unidos, nuestros aliados y la mayor parte del sector, el mundo académico y la sociedad civil que trabajan en cuestiones de la internet o relacionadas con ella no están de acuerdo por las razones que ya he expuesto. El dilema central para los miembros de la UIT es cómo avanzar cuando existen opiniones contrapuestas sobre el futuro. Si intentan ampliar su alcance y trabajar para incorporar normas relacionadas con la internet y las políticas y riesgos, harán que la Unión se divida y enajenarán a quienes apoyan la gobernanza multipartita de la internet. Si siguen su mandato y renuncian a que la UIT sea un líder en la gobernanza de la internet, corren el riesgo de enajenar a gobiernos que apoyan un enfoque descendente y encabezado por los estados.

La solución consensual adoptada en la Conferencia de Plenipotenciarios de la UIT en 2014 instruyó a la organización que siguiera con su mandato y se centrara en seguir dialogando y deliberando sobre cómo la UIT podía ayudar a conectar el mundo a la internet y hacer que el acceso fuera más incluyente. Rechazamos llamamientos para que la UIT elaborara esquemas de numeración alternativos para las comunicaciones por internet, impusiera normas u otorgara facultades relativas a la comunicación por internet, dictara requisitos o recomendaciones sobre los precios de las comunicaciones por internet o dictara normas mundiales sobre privacidad o ciberseguridad en la internet. También avanzamos en la búsqueda de formas para incorporar en los procedimientos de la UIT a las partes interesadas fuera de su membresía habitual en materia de cuestiones relacionadas con la internet. Los Estados Miembros acordaron establecer mecanismos para facilitar los aportes de las varias partes interesadas al Grupo de trabajo del Consejo, formado solamente por gobiernos, sobre cuestiones de política pública internacional relacionadas con la internet. Este acuerdo no llegó a satisfacer la propuesta de los Estados Unidos de abrir el Grupo de trabajo del Consejo en su totalidad y permitir que todas las partes interesadas participaran de lleno. Sin embargo, esto significa progreso y ayuda a promover la opinión de que el diálogo sobre cuestiones relacionadas con la internet exige la total participación de las partes interesadas, lo que es un avance en la dirección correcta.

La UIT es la entidad especializada de la ONU que se centra en las redes de telecomunicaciones mundiales. La participación de las naciones es voluntaria y las normas que la UIT formula no exigen la adhesión del sector privado. Por ello, para seguir siendo pertinente, debe ser considerada válida. Si el mandato de la UIT empieza a duplicar labores que ya están en curso por parte de organizaciones multipartitas, acabará por menoscabar y dañar al organismo y asimismo perjudicará la efectividad de la gobernanza. Y al mismo tiempo, es probable que estas mismas partes interesadas, esenciales en las labores de la UIT, no sigan valorando su participación en ella.

Pero la UIT no es el enemigo. La UIT ocupa un lugar muy importante en este ecosistema que nosotros apoyamos. A nuestro juicio, la internet y su gobernanza presentan una oportunidad para que la UIT y las autoridades reglamentarias en todo el mundo participen con la gran comunidad multipartita en iniciativas conjuntas para hacer que la internet y su gobernanza sean más incluyentes y garanticen que sus beneficios sean compartidos más ampliamente.

Por lo general, los gobiernos ya no construyen redes ni son dueños de las mismas. Los gobiernos no crean ni dirigen los servicios mundiales que funcionan valiéndose de esas redes. Y los gobiernos no deberían esperar controlar esas actividades privadas. En resumen, para que la UIT, o cualquier otro organismo multilateral, pueda solucionar los dilemas a los que se enfrenta y formular estrategias de gobernanza de la internet exitosas tendrá que respetar, colaborar y acoger al sector, al mundo académico y a los organismos multipartitos que hacen que la internet funcione.

La UIT no es el único órgano de la ONU que afronta estos desafíos. Órganos de la ONU como la UNESCO y la Comisión de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo, que siempre han tenido una relación más estrecha con las organizaciones no gubernamentales, han adoptado modelos para sus reuniones y encuentros que reconocen la importancia de colaborar con varias partes interesadas y por eso permiten una participación más incluyente. Estas organizaciones también participaron como partes interesadas en reuniones y encuentros multipartitos, práctica que la UIT también empieza a adoptar. Los otros dos organismos que conozco mejor, la OCDE y la CEPAL, también están trabajando para resolver dilemas parecidos a los que se enfrenta la UIT. Ambos son más incluyentes que la UIT en lo que se refiere a un conjunto más amplio de actores y ni una ni la otra son órganos reguladores. Consideramos que su capacidad para llevar a cabo estudios, habilitar espacios para deliberar y publicar informes y presentar ideas puede ayudar a orientar el trabajo de la comunidad en su conjunto. La Reunión Ministerial sobre la Economía Digital de la OCDE facilitó la valiosa participación de varias partes interesadas en la preparación del documento consensual final así como en el encuentro mismo. Sé que la CEPAL también está llevando a cabo una iniciativa similar.

Dilemas que la gobernanza de la internet tiene que resolver para elaborar estrategias exitosas con el fin de tratar con organismos multilaterales:

Si bien los organismos multilaterales son responsables de asegurarse de que contribuyen de forma significativa al diálogo, el ecosistema multipartito también debe encontrar la forma de incorporar más las opiniones gubernamentales. La comunidad de la internet del sector, el mundo académico y la sociedad civil deberían respetar el papel y responsabilidad que recae en el gobierno de proteger a quienes se encuentran bajo su tutela. Y la comunidad debería aceptar que los gobiernos a menudo necesitan a los organismos multilaterales como lugares adecuados en los que participar en conversaciones abiertas y colaboradoras sobre una gama de cuestiones de políticas relacionadas con la internet.

Sabemos que una amplia gama de desafíos de políticas públicas exige los esfuerzos y la pericia de toda la comunidad. Eso supone que la comunidad en general, incluidos los gobiernos y los organismos multilaterales, cada año debería participar y apoyar de manera significativa el Foro sobre la gobernanza de la internet. También significa que la comunidad de la internet debería participar en foros que abordan cuestiones de desarrollo relacionadas con las tecnologías de la información y comunicación, entre ellas muchas actividades relativas a la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI), como la reunión anual del Foro CMSI y la Conferencia Mundial de Desarrollo de las Telecomunicaciones de la UIT el próximo año en la Argentina. Y el sector, la sociedad civil y el mundo académico deberían enviar a técnicos expertos a las deliberaciones que se celebren sobre la formulación de normas en la UIT y en las conferencias anuales que esta acoge.

Ignorar a los organismos multilaterales o criticar sus actividades no será una estrategia exitosa para influir en sus actividades futuras. Debemos seguir orientando a los organismos multilaterales a que participen como parte de un enfoque multipartito más amplio. Esto será aún más patente e importante cuando nos adentremos en la era de la Internet de las cosas, de la inteligencia artificial y del uso industrial de la internet en todos los sectores.

Estoy orgulloso de la labor que este gobierno ha llevado a cabo tanto en organismos multilaterales como multipartitos en materia de cuestiones de la internet. Hemos intentado establecer alianzas, colaboración y consenso de forma generalizada con todo tipo de parte interesada, y espero que esta labor siga adelante sobre esa misma base.

Esta es la tercera vez que visito Chile como embajador estadounidense y probablemente sea la última. Pero amo este país y esta región. Tengo familiares aquí. Y regresaré de nuevo como ciudadano de a pie. Creo firmemente que debido a los intereses compartidos y lazos culturales que existen, cualquier futuro gobierno estadounidense también valorará la región y la acogerá. Les deseo todo lo mejor. Muchas gracias.