El Camino del Inca es una red vial de 40 mil kilómetros de longitud, que abarca el territorio actual de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina, y que se creó sin el uso del hierro, animales de tracción ni la rueda y en una geografía muy accidentada. Conversamos sobre el Camino del Inca, a raíz de una exposición que fue inaugurada en junio por el Museo Nacional del Indígena Americano en Washington, D.C., y que se enfoca particularmente en las innovaciones de ingeniería que presenta este camino que data del siglo XV. A través de imágenes, mapas, maquetas y objetos, el museo exhibe lo que se considera una de las mayores hazañas de ingeniería en la historia de la humanidad.
El Gran Camino, que funcionó como una red compleja y un eje principal para la comunicación, transporte, expansión y administración del imperio inca, perdió su simbolismo y significado político tras la invasión española de 1532, pero los indígenas de la región aún lo consideran un lugar sagrado. Además, cabe destacar que hace un año, este camino declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco.
Conversamos con Solange Díaz, arquitecto, Consultora en Patrimonio Cultura y Gestión de Proyectos, encargada durante más de ocho años de la gestión técnica, institucional y política de la iniciativa Qhapaq Ñan, Sistema Vial Andino en el Consejo de Monumentos Nacionales, y con Mauricio Uribe, magister en arqueología de la Universidad de Chile.