Esta traducción se proporciona como una cortesía y únicamente debe considerarse fidedigna la fuente original en inglés.
Como presidenta del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la Embajadora Nikki Haley, representante permanente de los Estados Unidos ante la ONU, presidió esta tarde una reunión abierta celebrada con arreglo a la fórmula Arria acerca de Venezuela como Caso de Estudio sobre Corrupción, Paz y Seguridad. La reunión informativa se produjo luego de la sesión histórica llevada a cabo esta mañana por el Consejo de Seguridad, que abordó la corrupción y sus consecuencias para los conflictos en todo el mundo. Tomando el ejemplo de Venezuela, la reunión puso de manifiesto cómo la corrupción extendida ha generado inestabilidad y una gravísima crisis humanitaria en esa nación petrolera.
“La corrupción es, fundamentalmente, el traspaso de riqueza de los desprotegidos a los poderosos. Los sobornos, el uso indebido de información privilegiada, la dilapidación de los fondos públicos y el desvío de la asistencia humanitaria son todas formas en las que, en los regímenes corruptos, los más pobres pagan este impuesto involuntario a los poderosos. Cuando el peso de esta carga se vuelve imposible de sobrellevar para el pueblo, este inevitablemente reacciona. La corrupción también permite que se propaguen la delincuencia transnacional y el narcotráfico, y que estos amenacen la salud y la seguridad de todos. La consecuente inestabilidad y el éxodo de personas en situación desesperada demuestran que la corrupción no es solamente un problema interno. Representa un problema regional y global para todos nosotros. Y esto en ningún lado es tan evidente como en Venezuela. Quienes, como yo, hayan estado alguna vez sobre el puente Simón Bolívar que conecta a Venezuela con Colombia, han visto las columnas interminables de personas que huyen de la pobreza y la opresión en Venezuela”.
“Venezuela supo ser un país rico. Tiene vastos recursos naturales. Algo no está nada bien si los ciudadanos de un país con ingentes recursos petroleros se ven obligados a irse y mendigar en las calles de Colombia para alimentar a sus hijos. Ese algo es la corrupción del régimen de Maduro. Esta es una crisis producto de la acción humana. Punto final. Es algo que hay que contemplar atentamente. La visión perversa de Hugo Chávez de establecer un paraíso socialista en Venezuela se ha transformado en un narco-Estado criminal que roba al pueblo venezolano sin reparos. La historia juzgará si esta transformación fue inevitable. Pero el deterioro de Venezuela, de socialismo engañoso a robar descaradamente los recursos del pueblo en las dos últimas décadas, es innegable. En primer lugar, colapsó la producción interna de alimentos bajo los efectos de las políticas de Chávez y Maduro. Y ahora los líderes de Venezuela están robando, nada más y nada menos, que del sistema gubernamental de distribución de alimentos que supuestamente crearon para alimentar a la población. Estados Unidos ha establecido sanciones para altos funcionarios gubernamentales, incluido Maduro, que han participado en malversación de fondos y maniobras de manipulación de precios en el programa gubernamental de alimentos, con el fin de engrosar sus propios bolsillos”.
“Los venezolanos huyen masivamente del país, y esto genera presión sobre Colombia, Perú, Brasil, Ecuador y otros países que, generosamente, intentan brindar a estas personas refugio y protección. Estas personas, en situación acuciante, son vulnerables a trata y a explotación laboral. Al mismo tiempo, el gobierno corrupto de Venezuela hace que se agraven problemas hemisféricos como el narcotráfico. El subsecretario Billingslea ha analizado el considerable esfuerzo que está haciendo Estados Unidos para contrarrestar la amenaza que la corrupción venezolana representa para la paz y la seguridad. Otros, como la UE, han emitido sanciones para intentar abordar estos problemas. Pero todos, incluido el Consejo de Seguridad, deben tomar mayores medidas. La corrupción no es algo que podamos ignorar y pretender que es un problema ajeno. La corrupción es un factor clave en las protestas que afectan la paz y la seguridad internacional. Venezuela es un llamado de advertencia. Instamos a todos nuestros colegas, tanto en el Consejo de Seguridad como fuera de este, a prestar debida atención a ese llamado”.