Departamento de Estado de EE. UU.
Oficina de la Portavoz
Para publicación inmediata
Declaración del Secretario Michael R. Pompeo
15 de enero de 2021
Hoy, los Estados Unidos imponen sanciones al Ministerio del Interior de Cuba (MININT) y al Ministro del Interior, General Lázaro Alberto Álvarez Casas, por su conexión con graves abusos de los derechos humanos en virtud de la Orden Ejecutiva 13818, que se basa e implementa la Ley Global Magnitski sobre Responsabilidad de Derechos Humanos.
El MININT ha sido designado por ser responsable y cómplice de graves abusos contra los derechos humanos, o por haber participado en ellos directa o indirectamente. Como ministro del MININT, Álvarez Casas también está designado por ser o haber sido dirigente o funcionario de una entidad, incluida cualquier entidad gubernamental, que haya incurrido o cuyos miembros hayan incurrido en graves abusos contra los derechos humanos.
Unidades especializadas de la rama de seguridad del estado del MININT son responsables de monitorear la actividad política, y la policía cubana apoya a estas unidades de seguridad arrestando a personas de interés para MININT. En septiembre de 2019, el disidente cubano José Daniel Ferrer fue detenido en una cárcel controlada por el MININT en Cuba, donde denunció haber sido golpeado, maltratado y recluido en aislamiento. Ferrer no recibió atención médica mientras estaba en prisión y no se le permitió leer ni escribir.
El caso de Ferrer es solo un ejemplo del abuso sistemático y cotidiano que el Ministerio del Interior del régimen inflige al pueblo cubano. Hoy, el régimen cubano tiene encarcelados a más de 100 presos políticos, y funcionarios del Ministerio han supervisado la tortura de muchos de esos detenidos. Álvarez Casas, en su rol de viceministro del MININT antes de su ascenso a su cargo actual en noviembre de 2020, es cómplice de hostigar y vigilar a periodistas, disidentes, activistas y miembros de grupos de la sociedad civil, incluidos, más recientemente, los miembros del pacífico Movimiento San Isidro.
Los Estados Unidos apoyan las justas aspiraciones del pueblo cubano de democracia, prosperidad y respeto a sus derechos humanos, e implementamos esta designación en apoyo de esas aspiraciones. La represión de las libertades fundamentales por parte del régimen de Castro exige la condena y la acción de todos los países que respeten la dignidad humana. Hacemos un llamamiento a otros gobiernos y organizaciones internacionales para que exijan responsabilidad al gobierno cubano por violar y abusar de los derechos del pueblo cubano.