El jefe de Misión de Estados Unidos en Chile, Richard Glenn, y la ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola, se reunieron el viernes 15 de julio junto al directorio de la Comisión Fulbright Chile, donde ambas autoridades comparten la presidencia honoraria. La actividad, que constituyó la primera reunión de la Comisión a la que asiste la ministra Urrejola, permitió estrechar los lazos bilaterales y los vínculos que ofrece el reputado programa Fulbright, el más emblemático programa de intercambio educacional que comparten Estados Unidos y Chile, en el cual 3.400 chilenos y 1.600 estadounidenses han participado.
Al dirigirse a los asistentes, el jefe de Misión Glenn destacó que “el programa Fulbright es una instancia que permite una colaboración robusta con la administración del Presidente Boric, lo que a su vez fortalece aún más los vínculos educativos entre Estados Unidos y Chile y promueve intereses académicos y políticos mutuos. Por ejemplo, juntos enfrentamos los efectos del cambio climático, y juntos promovemos la inclusión social y económica”, indicó.
El programa Fulbright tiene por finalidad contribuir con las prioridades de política pública que impulsan ambos países y que se reflejan en los valores que Estados Unidos y Chile comparten en torno a la excelencia académica, el debate abierto, la libertad de expresión, la investigación y el pensamiento crítico.
El programa es auspiciado por el Departamento de Estado de EE.UU. y existe en 160 países; el de Chile es el más antiguo en América Latina. Fue establecido en 1955 a través de la firma de un acuerdo entre los gobiernos de ambos países y fue renovado en 1997 y luego promulgado como Ley de la República de Chile, en 1998. Desde sus inicios, más de cinco mil chilenos y estadounidenses de diversos ámbitos han sido beneficiados en las etapas iniciales de sus carreras y tras regresar a sus respectivos países han realizado aportes significativos a sus sociedades.
Entre las chilenas y chilenos que han participado en este programa figuran 22 premios nacionales, un ex presidente de la república, 57 ministros de estado o subsecretarios, científicos, investigadores, educadores, periodistas y artistas, por nombrar unos pocos.
El programa Fulbright Chile es el noveno a nivel mundial en cuanto al número de estudiantes que envía a los Estados Unidos.
Comisión Fulbright Chile
La Comisión Fulbright Chile es una organización autónoma, de carácter binacional, sin fines de lucro y apolítica. Su propósito es impulsar programas dirigidos a promover el entendimiento mutuo entre los pueblos de ambos países mediante intercambios educativos, científicos, técnicos y profesionales.
El o la ministra de Relaciones Exteriores de Chile junto al embajador o jefe de Misión de los EE.UU. en Santiago comparten la presidencia honoraria, en tanto que el directorio –actualmente presidido por Beatriz Corbo—consta de cuatro miembros designados por el gobierno chileno y cuatro nombrados por la Embajada de los Estados Unidos. Ambos gobiernos contribuyen a su financiamiento y comparten la planificación y la implementación del programa.
Entre los diversos programas que administra la Comisión Fulbright Chile se incluyen la Beca de Doctorado Igualdad de Oportunidades (BIO), la beca Hubert H. Humphrey, las de doctorado y magíster, entre muchas otras. Más información está disponible en https://www.fulbright.cl/
Historia del programa
Los orígenes de este programa se remontan a la idea visionaria de J. William Fulbright, quien entre 1939 y 1941 fue presidente de la Universidad de Arkansas. Fulbright, el rector más joven de una universidad en los Estados Unidos, observó cómo vivía, estudiaba y se divertía la juventud, y cómo los estudiantes superaban sus diferencias y construían amistades fundadas en un entendimiento mutuo.
En 1942, J. William Fulbright fue elegido a la Cámara de Representantes de los EE.UU. y dos años más tarde fue escogido senador. Desde allí trabajó para ampliar su perspectiva original hacia el ámbito internacional. Al terminar la Segunda Guerra Mundial, en 1945, propuso un proyecto de ley para destinar fondos a la “promoción de la buena voluntad internacional por medio del intercambio de estudiantes en los campos de la educación, la cultura y la ciencia”. El 1 de agosto de 1946, el presidente Harry S. Truman firmó la legislación y en 1948 los primeros participantes estadounidenses ya estaban estudiando en el extranjero. La legislación que se elaboró después, incluyendo la destacable Ley Fulbright-Hays de 1961, amplió y consolidó el programa.
Desde su creación, ha beneficiado a 400.000 participantes de más de 160 países con la oportunidad de estudiar, enseñar, realizar investigaciones académicas, e intercambiar ideas. Entre sus becarios figuran 60 premios Nobel, 89 premios Pulitzer, 40 expresidentes o jefes de gobierno, ministros de diversos países, premios Grammy y más egresados que cualquier otro programa académico.