Muy buenos días. Ante todo, quiero dar las gracias a la Cámara Chilena Norteamericana de Comercio por organizar este evento importante y puntual, ya que marca mi primera actividad con el sector privado estadounidense-chileno desde mi llegada a Chile hace un par de semanas.
Es un placer y un honor para mí llegar a Chile como la Embajadora de los Estados Unidos. En Washington, Chile es conocido por la fuerte relación que existe entre nuestros países.
No es casualidad que eligiera a la Cámara Chilena Norteamericana de Comercio para mi primera actividad pública desde mi llegada al país. Lo diverso y duradera de la relación comercial en el caso de Chile y Estados Unidos es entre las más fuertes que he observado en mi carrera diplomática de 29 años.
Por ejemplo, el tratado de libre comercio o TLC que comparten nuestros países desde hace 12 años resultó en la eliminación de aranceles, el crecimiento bilateral económico y comercial, y la profundización de las relaciones ya estrechas tanto entre nuestros gobiernos como nuestras empresas y nuestra gente.
Viendo hacia el futuro, seguimos avanzando nuestra relación comercial bilateral a un nivel multinacional con el TPP. El año pasado concluyeron las negociaciones, y seguimos viendo juntos hacia el futuro con el TPP, lo cual representa un logro histórico para ese tratado complejo e innovador con la integración económica y comercial de 12 países de las Américas y Asia. En ninguna parte la madurez de nuestra relación comercial y de inversión bilateral es más clara que en la decisión de nuestros países de unirse a esta iniciativa innovadora. Una vez finalizado, será la más grande área de libre comercio del mundo, representando cerca del 40 % del Producto Interno Bruto global.
El TPP también representa una importante iniciativa para profundizar los vínculos de nuestros países con la región de Asia-Pacífico, que alberga algunas de las economías más dinámicas y de rápido crecimiento en el mundo. Una evaluación cuantitativa reciente por parte del East-West Center sobre el TPP y la integración en el Asia-Pacífico estimó significativas ganancias para las exportaciones de nuestras economías bajo el TPP hacia 2025, comparadas con pérdidas de exportaciones en escenarios alternativos.
Ahora, se me pregunta ocasionalmente acerca del panorama para la ratificación en los Estados Unidos. Esto es lo que puedo decir: la ratificación del TPP es una máxima prioridad para la Administración Obama y el Presidente ha señalado repetidamente que está comprometido a aprobar el TPP en el Congreso este año.
El Presidente y sus máximos funcionarios están incluso ahora mismo efectuando consultas de cerca con los líderes del Congreso sobre cómo avanzar de la mejor forma hacia una votación del TPP. Obviamente, para un acuerdo tan grande como éste, habrá un robusto debate público – y eso es lo apropiado. Pero yo pienso que nuestro resultado en cuanto a la Trade Promotion Authority el verano pasado demuestra el apoyo subyacente en el Congreso para importantes acuerdos comerciales como el TPP.
Por el lado de inversiones bilaterales, hay cada día más empresas estadounidenses con inversiones en Chile, muchas de las cuales están aquí presentes hoy. Estados Unidos representa el principal inversionista internacional en Chile, un aspecto sumamente importante no solamente por lo significativo de los miles de millones de dólares invertidos en Chile, sino por la innovación, las tecnologías y el espíritu de emprendimiento que tanto nos caracteriza.
De hecho, es casi imposible nombrar un sector industrial en que no haya inversiones significativas desde los Estados Unidos.
Chile es un líder al utilizar su Agenda de Energía como guía política para avanzar hacia la inclusión de un 20% de energías renovables para el año 2025. En Chile los renovables ya forman más del diez por ciento de la red energética. Está claro que el mundo cada vez toma más conciencia de los beneficios medioambientales y económicos que conlleva el uso de energía renovable y estamos orgullosos de trabajar en conjunto en esta prioridad que no solamente tiene beneficios ambientales para todos los ciudadanos del mundo y apoya los objetivos del COP-21, sino tiene un beneficio tangible para las empresas chilenas y estadounidenses y los miles de profesionales talentosos que forman parte de ellas.
El Acuerdo de Paris fue un punto de inflexión para nuestro planeta. Ahora hay un consenso nunca antes visto sobre la urgente necesidad de tomar acciones para combatir el cambio climático a través de la innovación e implementación de soluciones energéticas bajas en carbono.
Las inversiones que Estados Unidos ha realizado en el sector energético – tanto con energía renovable y energía tradicional – son significativas. El sector agropecuario y el sector de la minería también cuentan con enormes inversionistas de los Estados Unidos.
Quiero resaltar la presencia de diversas empresas estadounidenses en todos los sectores industriales porque la inversión estadounidense fomenta más competitividad e innovación, es fuente de miles de trabajos de alto ingreso y beneficia a todos los chilenos.
Cuando consideramos asuntos de inversión, no es solamente desde Estados Unidos hacia Chile. Al contrario, las empresas chilenas se caracterizan por ser serias y sofisticadas. En los últimos años, se han anunciado varios y diversos proyectos de empresas chilenas en los Estados Unidos, desde Michigan a Tennessee a la Florida. Ha incrementado tanto, que Chile ya se encuentra en el puesto número 2 a nivel mundial por taza de crecimiento de inversión directa extranjera en los Estados Unidos.
No solamente las grandes empresas chilenas son bienvenidas en los Estados Unidos. Mi gobierno ha trabajado desde hace años para fomentar la inversión extranjera en los Estados Unidos, tanto a nivel de las grandes empresas y de las PYMEs también.
A nivel mundial, estamos trabajando con el programa SelectUSA, liderado por el Departamento de Comercio, para promover las inversiones tanto de las empresas grandes como de las PYMEs. Esta Embajada cuenta con una larga historia de reclutar delegaciones chilenas a la Cumbre de SelectUSA en Washington, un evento que ha contado con el respaldo, el liderazgo y la presencia del Presidente Obama en las últimas tres ediciones. Por mi parte, les comparto que yo también tengo amplia experiencia con el programa SelectUSA y tuve el grato placer de promover y reclutar dos delegaciones italianas a SelectUSA durante mis años en Milán.
Según nos comentan los delegados chilenos que han asistido a las tres versiones de SelectUSA, estos eventos han presentado una excelente oportunidad para encontrar información y contactos en un mismo lugar, ahorrándoles tiempo y dinero. Quiero informarles que muy pronto iniciaremos la promoción de la próxima cumbre que se celebrará en Washington, D.C., en junio del 2017. Espero que inversionistas chilenos consideren ser parte de la delegación de Chile a ese encuentro.
Ya que estoy aquí entre los líderes del comercio en la relación chileno-estadounidense, no se puede hablar de la inversión y la competitividad sin mencionar la cooperación en el ámbito educacional.
El futuro para nuestros dos países es fortalecer economías de conocimiento, para lo cual es necesario el desarrollo del capital humano. El Presidente Obama lanzó la iniciativa de 100,000 Strong in the Americas durante su visita a Chile en el 2011, para aumentar la colaboración y los intercambios educacionales en el Hemisferio Occidental.
Cinco años después, las relaciones a nivel educacional entre los Estados Unidos y Chile siguen creciendo y profundizándose. Existen más oportunidades que nunca para que los alumnos estadounidenses y chilenos participen en los intercambios que les permiten aprender en los excelentes institutos educacionales que existen en nuestros dos países. La cantidad de chilenos que estudian en los Estados Unidos ha aumentado un 40% en los últimos cinco años y hoy en día suma más de 2,500 alumnos. Por otra parte, el año pasado, contamos con más de 3,300 alumnos estadounidenses en Chile.
Aquí se habla mucho del Visa Waiver Program y del sólido e importante aumento de chilenos que han viajado hacia los Estados Unidos desde su inicio en el 2014. Es cierto que lo que hemos logrado juntos con el VWP ha sido espectacular.
Lo que ha sido mencionado en menor manera, pero que es igual de impresionante, es que en el 2015 llegaron más turistas estadounidenses a Chile que jamás en la historia. Unos 220.000 estadounidenses conocieron lo lindo de este país y exploraron las maravillas de la Patagonia, Isla de Pascua, el Desierto de Atacama y, obviamente, las viñas, las cuales son conocidas a nivel mundial.
Como en todos los aspectos de nuestra relación bilateral que he abordado hoy, hay beneficios que son mutuos tanto para los chilenos como para los estadounidenses. Nuestra colaboración bilateral es un modelo en relación a los desafíos que enfrentamos con el medio ambiente y las investigaciones científicas son un modelo. De hecho, nuestros científicos estadounidenses y chilenos están trabajando día a día para develar los misterios del espacio profundo, para conservar nuestros océanos y para avanzar en la multitud de investigaciones que estamos realizados en torno a la sismología, la robótica y la energía limpia. Además, tenemos planes para seguir impulsando las tecnologías limpias y me alegro de poder anunciar que nuestro primer vehículo oficial eléctrico de la Embajada aquí en Chile – un Chevy Volt – llegará en el 2017.
Quiero volver al tema de las PYMEs y destacar una vez más la importancia que éstas representan con respecto al tema de la competitividad, tanto en Chile como en los Estados Unidos. Las PYMEs forman la columna vertebral de nuestras economías.
Durante los últimos 15 años, las PYMEs han impulsado el desarrollo económico y, de hecho, han generado más del 60% de los nuevos empleos en los Estados Unidos. Sin embargo, tan solo una de cada 100 PYMEs de los Estados Unidos exporta.
Una manera en que hemos tratado de superar estos desafíos es a través de nuestros acuerdos comerciales, tales como el TLC entre Chile y los Estados Unidos, y el TPP. Opinamos que las PYMEs, tanto en los Estados Unidos como en Chile, ganan cuando aprovechan las ventajas que existen a raíz de los acuerdos comerciales bilaterales y multilaterales.
Otra forma en que apoyamos a nuestras PYMEs -y a su vez a las empresas de mayor tamaño- es a través de las misiones comerciales. Este año, el Departamento de Comercio organizó Trade Winds, la misión comercial más grande que realiza en todo el mundo, y tuvo a Chile como su eje. Más de 100 empresas estadounidenses viajaron a Santiago para el foro empresarial que ya ha generado decenas de éxitos en el primer mes. Entre ellos 38 empresas – casi todas PYMEs – participaron en la parte enfocada en el servicio de conseguir socios en Chile.
Las misiones como Trade Winds destacan el gran interés de la comunidad empresarial estadounidense en continuar buscando oportunidades en el mercado chileno.
Además, nuestros dos gobiernos han colaborado con la creación de 50 centros de desarrollo de pequeñas empresas, o SBDCs por sus siglas en inglés, desde Arica hasta Punta Arenas, utilizando la red de más de 900 SBDCs que existen en los Estados Unidos, como modelo. Y trabajando en conjunto con estos nuevos Centros de Desarrollo de Negocios de SERCOTEC, hemos puesto un énfasis especial en fortalecer las pequeñas empresas lideradas por mujeres y el emprendimiento femenino. La igualdad de género en el liderazgo comercial ofrece beneficios mucho más amplios que solamente los económicos y comerciales para nuestras sociedades.
Otro ejemplo más de nuestra misión compartida con las PYMEs es StartUp Chile. Ese programa tiene fama a nivel mundial por su dedicación al emprendimiento. El vínculo chileno-estadounidense es obvio con tan solo observar las nacionalidades de los ganadores, ya que el 30% son chilenos y el 20% son estadounidenses. Es decir, la mitad de los ganadores de la competencia de StartUp Chile en la treceava edición eran de Chile o de los Estados Unidos.
Me gustaría también tomarme un momento para decir que los Estados Unidos nos enorgullecemos del rol que ocupamos como un país observador de la Alianza del Pacífico, a través de la que estamos también trabajando para colaborar con Chile y con otros países de la Alianza en la promoción de las PYMEs.
Los cuatro países de la Alianza han enviado una poderosa señal al mundo sobre la importancia del comercio, la inversión y los intercambios entre las personas. Es una visión para una renovada integración que tiene una particular resonancia en esta fecha y esta época.
La Alianza ha expresado interés en la cooperación con estados observadores. Como Embajadora y junto con mi equipo acá en Santiago y con Washington, trabajaremos para desarrollar áreas adicionales en donde podamos responder a esta solicitud, no sólo en el área de la promoción de pequeños negocios, sino también en facilitación del comercio, emprendimiento e innovación, y en intercambios entre instituciones académicas y de investigación.
Las numerosas iniciativas como estas – con el apoyo más alto de nuestros gobiernos – muestran los valores que compartimos, y las grandes oportunidades que todavía existen para expandir nuestros lazos económicos al futuro.
Por último, ante este momento que estamos viviendo en los Estados Unidos, es casi imposible ir a cualquier parte sin que me pregunten por las elecciones presidenciales. Faltan nada más que cinco días para la elección y aunque no sabemos quién ganará, lo que sí sabemos es que la política de los Estados Unidos tiene una larga tradición de transiciones democráticas y ordenadas, gracias a las instituciones sólidas e independientes que tenemos en el gobierno federal. Estoy segura de que este año no será distinto a las transiciones que hemos presenciado durante décadas y siglos.
Les cuento que yo personalmente he trabajado en varias transiciones de los Secretarios de Estado, tanto de un partido a otro, como entre diferentes presidentes del mismo partido. Entonces, aunque muchas veces el nombre de un programa pueda variar con el cambio de gobierno de modo de redirigir las prioridades de la nueva Administración, la función básica de servicio público continúa siendo básicamente igual que antes.
Les doy un ejemplo: la inversión extranjera. En el 2007, durante la administración del Presidente Bush, lanzaron el programa Invest in America como un nuevo mecanismo del gobierno federal para promover la inversión extranjera directa. Tiempo después, en el 2011, el Presidente Obama estableció la iniciativa SelectUSA, un programa transversal del gobierno federal para promover y facilitar la inversión de empresas en el país. Es muy similar al programa anterior, pero cuenta con más personal y un presupuesto mayor para abarcar un objetivo tan importante como es atraer más inversión extranjera a los Estados Unidos.
Tengo una visión para los años en Chile, la cual se puede resumir con tres palabras: fomentar, fortalecer y forjar. Mi primer objetivo es fomentar la prosperidad para todos los chilenos y estadounidenses a través del TLC, las PYMEs, la innovación y el TPP. Además quiero fortalecer los vínculos de cooperación que ya existen a nivel bilateral, regional y global en cuanto al medio ambiente, los océanos, los derechos humanos, las relaciones militares y las misiones de la paz. Y por último, tengo como prioridad forjar los lazos de amistad ya fuertes que existen entre el pueblo chileno y el estadounidense a través de intercambios culturales y académicos, ciencia y turismo.
Para concluir, quiero reiterar que éstas son las prioridades que veamos hasta el momento y enfatizo que somos socios. Reitero que es para mí un honor estar en Chile como Embajadora de los Estados Unidos. Me alegra contar con la colaboración que disfrutamos con la comunidad chilena y espero tener la oportunidad de llegar a conocer bien a cada uno de ustedes en los próximos meses y años. Muchísimas gracias por su presencia.
Que tengan muy buen día.