“Hoy, como estadounidenses, sufrimos por el brutal asesinato – una masacre horrible – de docenas de personas inocentes. Pedimos por sus familias, quienes buscan respuestas con sus corazones destrozados. Nosotros nos solidarizamos con las personas de Orlando, quienes han sufrido un ataque terrible en su ciudad. Aunque las investigaciones apenas empiezan, sabemos lo suficiente para decir que esto ha sido un acto de terror y un acto de odio. Y como estadounidenses, nos unimos en el dolor, en la indignación y en la determinación de defender a nuestra gente.
Este es un día especialmente doloroso para todos nuestros amigos – nuestros conciudadanos estadounidenses – quienes son lesbianas, gais, bisexuales o transexuales. El tirador atacó un club en el cual las personas se reunían con amigos, para bailar y cantar y para vivir. El lugar que fue atacado es más que un club – es un lugar de solidaridad y empoderamiento en donde las personas se reúnen para crear conciencia, decir lo que sienten, y abogar por sus derechos civiles. Así que este es un recordatorio aleccionador de que los ataques en cualquier estadounidense – sin importar su raza, etnia, religión u orientación sexual – es un ataque en todos nosotros y en los valores fundamentales de igualdad y dignidad que nos define como un país. Y ningún acto de odio o terror cambiará quienes somos o los valores que nos hacen estadounidenses.
Como muestra de respeto por las víctimas del acto de odio y terror perpetrado el domingo, 12 de junio, 2016, en Orlando, Florida, por la autoridad investida en mí como Presidente de los Estados Unidos por la Constitución y la leyes de los Estados Unidos de América, por la presente ordeno que la bandera de los Estados Unidos sea ondeada a media asta en la Casa Blanca…y en todas las embajadas de los Estados Unidos”.