
A continuación una traducción de extractos seleccionados del discurso del presidente Obama sobre el análisis de la estrategia de inteligencia de señales:
[…]Permítanme ahora abordar otras inquietudes que se han planteado desde el extranjero y centrarme en el enfoque de Estados Unidos a la hora de recopilar datos de inteligencia en el exterior. Como ya he señalado, Estados Unidos tiene responsabilidades extraordinarias en lo que se refiere a la recopilación de datos de inteligencia. Nuestras capacidades ayudan a proteger no sólo a nuestro país, sino también a nuestros amigos y aliados.
Pero nuestros esfuerzos serán eficaces sólo si los ciudadanos comunes de otros países confían también en que Estados Unidos respeta su privacidad. Y los líderes de nuestros amigos cercanos y aliados tienen derecho a saber que si yo quiero saber lo que piensan sobre un asunto, voy a llamarles por teléfono, en lugar de recurrir a la vigilancia. Dicho de otra manera, al igual que equilibramos la seguridad y la privacidad en nuestro país, nuestro liderazgo mundial exige que reconciliemos los requisitos de seguridad con nuestra necesidad de mantener la confianza y la cooperación entre personas y líderes de todo el mundo.
Por ese motivo, la nueva directiva presidencial que he dado a conocer hoy establecerá claramente lo que hacemos y lo que no hacemos en lo que concierne a nuestras actividades de vigilancia en el extranjero. En primer lugar, la directiva deja bien claro que Estados Unidos sólo utiliza la inteligencia de señales para propósitos legítimos de seguridad nacional, y no para examinar de manera indiscriminada los correos electrónicos o llamadas telefónicas de personas comunes.
También he dejado bien sentado que Estados Unidos no recopila datos de inteligencia con el fin de suprimir las críticas o la disidencia, ni tampoco recopilamos inteligencia para poner en situación de desventaja a las personas en función de su origen étnico, raza, género, orientación sexual o convicciones religiosas. Tampoco recopilamos inteligencia para proporcionar una ventaja competitiva a empresas estadounidenses o sectores comerciales estadounidenses.
En cuanto a la recopilación masiva de datos de inteligencia de señales, las agencias de inteligencia de Estados Unidos sólo utilizarán estos datos para satisfacer los requisitos específicos de seguridad, a saber: contrainteligencia, antiterrorismo, la lucha contra la proliferación, ciberseguridad, la protección de nuestras tropas y nuestros aliados, y para combatir la delincuencia transnacional, lo que incluye la evasión de sanciones.
En esta directiva he tomado la medida sin precedentes de ampliar a personas del extranjero ciertas protecciones que tenemos para el pueblo estadounidense. He ordenado a la DNI, en consulta con el Secretario de Justicia, que elabore esas salvaguardias, que limitarán la duración de aquello que podemos guardar como información personal, y al mismo restringir el uso de esa información.
Lo principal es que las personas de todo el mundo, sin importar su nacionalidad, deben saber que Estados Unidos no espía a personas comunes que no amenacen nuestra seguridad nacional, y que tomamos en cuenta sus preocupaciones de privacidad en nuestras políticas y procedimientos. Esto también se aplica a líderes extranjeros. Dada la comprensible atención que ha despertado este tema le he indicado claramente a la comunidad de inteligencia que a menos que haya un propósito ineludible de seguridad nacional no hemos de monitorizar las comunicaciones de los jefes de Estado y de los gobiernos de nuestros amigos cercanos y aliados. Y he dado instrucciones a mi equipo de seguridad nacional, así como a la comunidad de inteligencia, para que trabajen con las contrapartes extranjeras para profundizar nuestra coordinación y cooperación de manera que podamos reconstruir la confianza de aquí en adelante.
Ahora permítanme ser claro: Nuestras agencias de inteligencia continuarán recopilando información sobre las intenciones de gobiernos –y no de los ciudadanos comunes—en todo el mundo, de la misma manera que hacen los servicios de inteligencia de todos los países. No pediremos disculpas por el simple hecho de que nuestros servicios sean más eficaces. Pero los jefes de Estado y los gobiernos con los que trabajamos de cerca, y de cuya cooperación dependemos, deben tener la confianza de que los tratamos como verdaderos socios. Y los cambios que he ordenado son precisamente para eso.
Finalmente para asegurarnos de que cumplimos con todas estas reformas estoy aplicando algunos cambios importantes en la manera en que nuestro gobierno está organizado. El Departamento de Estado designará a un alto funcionario para coordinar nuestra diplomacia en asuntos relacionados a la inteligencia con tecnología y señales. En la Casa Blanca hemos de nombrar a un alto funcionario para aplicar las nuevas salvaguardias para la privacidad que hoy he anunciado.
Dedicaré recursos para centralizar y mejorar el proceso que utilizamos para la gestión de solicitudes de asistencia legal del extranjero, manteniendo nuestras elevadas normas de privacidad al ayudar a nuestros asociados extranjeros en la lucha contra la delincuencia y el terrorismo.
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