EMBAJADORA COPPEDGE: Buenos días.
AUDIENCIA: Buenos días.
EMBAJADORA COPPEDGE: Bienvenidos al Departamento de Estado. Tenemos la sala bastante llena. Me llamo Susan Coppedge y soy la Embajadora Especial de la Oficina de Monitoreo y Combate contra el Tráfico de Personas. Gracias a todos por unirse hoy a nosotros para la emisión del 17º Informe Anual sobre Tráfico de Personas. (Aplausos.) Estaba buscando una copia para guardarme porque soy fiscal y me gustan mis materiales de apoyo. (Risas.)
Pero unas palabras rápidas sobre nuestro programa. En primer lugar, nuestro anfitrión, el Secretario de Estado Tillerson, compartirá los comentarios principales con nosotros. Después de los comentarios adicionales de la Asesora del Presidente, Ivanka Trump, honraremos a nuestros ocho maravillosos héroes de el tráfico de personas y escucharemos breves comentarios de uno de ellos. Después de concluir el evento, los invitaré a recoger su copia del informe. Es un honor estar aquí esta mañana con el Secretario Tillerson y la Sra. Trump, y les doy las gracias a ustedes por elevar el tema de el tráfico de personas y por su apoyo a la Oficina sobre Tráfico de Personas.
Y ahora, señoras y señores, el Secretario de Estado, Rex Tillerson. (Aplausos.)
SECRETARIO TILLERSON: Bien, muchas gracias, Susan, y bienvenidos todos ustedes al Departamento de Estado para este importante evento, y en particular me siento honrado de dar la bienvenida a los miembros del Congreso, y quiero destacar especialmente el liderazgo del Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Corker que está con nosotros esta mañana. Gracias. (Aplausos.) Creo que esto ilustra realmente la dedicación para combatir el tráfico de personas y el compromiso de nuestro país de que este esfuerzo conjunto se ponga marcha en todo el Gobierno de Estados Unidos.
Y también quiero agradecer a la Embajadora Coppedge por sus 16 años de carrera dedicados a este tema. (Aplausos.) Y también sé que ella no lo hace sola, y estamos agradecidos con sus funcionarios y también con los muchos, muchos colegas del Departamento de Estado de nuestras embajadas y de nuestras oficinas consulares que ayudan a la preparación de este informe, pero creo que lo más importante, es que, cada día en nuestro compromiso con ellos, alientan a los gobiernos a que progresen en sus esfuerzos para combatir el tráfico de personas.
También quiero dar la bienvenida a embajadores y representantes del cuerpo diplomático extranjero. Evidentemente, nuestra asociación con ustedes es esencial para combatir el tráfico de personas.
Y por último, quiero reconocer a los supervivientes del tráfico de personas, así como a los representantes de las muchas ONG y organizaciones internacionales que están hoy con nosotros, y gracias por estar aquí para el lanzamiento de este informe.
Creo que antes de pasar a algunos de mis comentarios preparados, es — ya que esta es mi primera vez en revisar y firmar y hacer el informe, me pareció útil retroceder y leer la razón original de por qué lo hacemos. Esta es la Ley de Protección a Víctimas del Tráfico y la Violencia de 2000, y ahí es donde realmente comenzó todo esto. Y creo que es útil recordar por qué estamos aquí esta mañana, por qué estamos reunidos en esta sala, y lo que el Gobierno de los Estados Unidos y el pueblo de Estados Unidos tratan realmente de expresar en esta área.
Y creo que si se lee el preámbulo de esta ley, creo que realmente lo resume bien. Dice: “El propósito de esta ley es combatir el tráfico de personas, una manifestación contemporánea de la esclavitud cuyas víctimas son predominantemente mujeres y niños, asegurar un castigo justo y eficaz de los traficantes y proteger a las víctimas”. Y luego, quiero leer solo una línea más: “A medida que empieza el siglo XXI, la degradante institución de la esclavitud continúa por todo el mundo”.
Es por eso que estamos aquí esta mañana. A continuación, la ley exige que el Departamento de Estado prepare este informe anual para hacer una evaluación de cómo los gobiernos de todo el mundo están tomando medidas para hacerle frente. Y creo que es a través de las acciones que ha motivado esta ley y de lo que el Departamento de Estado está haciendo para cumplir con su obligación, estamos identificando primero dónde están los problemas: cómo se manifiestan los problemas, porque continúan evolucionando y asumiendo nuevas características; cómo trabajamos con los gobiernos para obligarlos a establecer leyes que les permitan perseguir a quienes participan en estas diversas formas de trata de personas; cómo animamos a los gobiernos a hacer cumplir esas leyes y a empezar a responsabilizar a las personas; y, por último, cómo creamos las condiciones para que las víctimas o las posibles víctimas del tráfico de personas puedan dar un paso adelante de manera no amenazadora y ayudarnos a comprender mejor cómo está ocurriendo esto.
Y son realmente los resultados de lo que hacemos lo que importa. El informe es una herramienta importante para ayudarnos a entender y ayudarnos a ayudar a otros gobiernos a entender, pero el final de esto — es el individuo, es la víctima, y nuestra capacidad para evitar que otros sean victimizados.
El tráfico de personas es tan antiguo como la humanidad, lamentablemente. Ha estado con nosotros durante siglos y siglos. Pero en la expresión de esta ley, mientras les leo esa línea, esperamos que el siglo XXI sea el último siglo del tráfico de personas, y eso es con lo que todos estamos comprometidos. Lamentablemente — (aplausos).
Lamentablemente, nuestro desafío es enorme. Hoy en día, a nivel mundial, se calcula que hay unos 20 millones de víctimas del tráfico de personas. Así que, claramente, tenemos mucho trabajo por hacer y los gobiernos de todo el mundo tienen mucho trabajo por hacer.
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