
Conversamos sobre el tráfico ilícito de bienes culturales, crimen que se estima que genera unos $ 7 mil millones de dólares por año, y que va mucho más allá de una cuestión de plata, ya que el saqueo de bienes culturales es un robo de identidad y de la historia de un pueblo, y debemos luchar contra eso. El tráfico ilícito de bienes culturales es un problema que afecta a todas las regiones del mundo. El saqueo, robo y exportación ilegal de estos objetos afectan a museos, colecciones públicas y privadas, instituciones culturales y lugares de culto, así como a sitios arqueológicos. Causan un daño irreparable al patrimonio cultural, y priva a las comunidades de la memoria, el testimonio físico de su pasado. Preservar el patrimonio cultural debe ser una preocupación constante, ya que el patrimonio cultural, una vez perdido o destruido, no es renovable. Este problema es particularmente alarmante en tiempos de crisis. Todos hemos visto en televisión la destrucción de ruinas milenarias por la caída de una bomba por ejemplo.
Nuestras invitadas son Lina Nagel, encargada del área de normalización y tráfico ilícito del Centro de Documentación de Bienes Patrimoniales de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos y con Angela Benavente, coordinadora de la Mesa de Tráfico Ilícito de esa misma institución.